Estilo, género y carácter son términos que empleamos para agrupar diferentes tipos de música según “cómo suena”, cómo está compuesta, cuáles son sus reglas y las expectativas que tenemos al escucharla. El estilo, en términos generales, es lo que distingue diferentes formas de realizar las mismas actividades. El estilo de un deportista o un equipo de fútbol es distinto de los demás: unos son más organizados, otros más agresivos, otros juegan a la ofensiva y otros a la defensiva.

El estilo también es lo que diferencia las prácticas o costumbres de un periodo o época de otra, o incluso la música y la forma de tocar de los compositores e interpretes entre sí. En este curso hablamos de estilos como el barroco, el clásico, el romántico y los estilos del modernismo como el impresionismo, el expresionismo, el primitivismo, el latinoamericanismo y el modernismo de posguerra.

Cada uno de estos estilos está relacionado con un periodo histórico, una organización social que determina quién hace música y para quién la hace, con qué herramientas y con cuáles intenciones. Los cambios sociales transforman el estilo de la música, y para entender en qué se diferencia la música clásica de la música romántica, por ejemplo, debemos tener en cuenta el estilo y el contexto social así como los espacios y las funciones de las personas en estos espacios.

El género también sirve para diferenciar varios tipos de música entre sí de acuerdo a su función, su origen, su composición, o el tipo de instrumento que se utiliza. En cada época y en cada estilo encontramos géneros diferentes aunque algunos, como el concierto y la sinfonía, se usaron en varias épocas. Una sinfonía clásica es diferente de una sinfonía romántica aunque también comparten algunas características que podemos aprender a reconocer.

Mientras que estilo y género son términos para agrupar o categorizar varios tipos de música, el carácter nos dice algo más sobre cómo suena la música, si es animada o alegre, triste o melancólica, triunfal o heroica, etc. El carácter de una melodía o un tema depende de la tonalidad , el ritmo , el tempo , el timbre , y las dinámicas ; es decir, de todos los elementos básicos. En este caso, no hay términos correctos o equivocados, sólo aproximaciones que dependen de lo que la música nos dice o nos hace sentir.