La gran mayoría de música del barroco se escribió para un ensamble que hoy llamaríamos una “orquesta de cuerdas”, es decir, una orquesta compuesta sólo por instrumentos de cuerda, como los veinticuatro violines del rey.

Casi siempre, el director de la orquesta los acompañaba desde el clave o, en la música religiosa, desde el órgano, para conformar el grupo del bajo continuo . A veces se podían añadir otro instrumento armónico al continuo como la tiorba y varios instrumentos de viento como flautas, oboes, fagots, trompetas, o cornos como instrumentos solistas, pero durante el periodo barroco no existían reglas establecidas al respecto.

Este es el tipo de orquestas que ejecutaba obras como los Conciertos de Brandenburgo de Johann Sebastian Bach . La orquesta para la que Antonio Vivaldi  escribió la mayoría de sus obras es un ensamble similar a la orquesta de Lully, conformado exclusivamente por las niñas de un orfanato en Venecia, Italia.

Una versión expandida de esta orquesta, para ocasiones especiales como celebraciones militares o para espectáculos de navidad, era la “orquesta de fiesta”, que contaba con la misma sección de cuerdas, complementada por trompetas, cornos, flautas, oboes, fagots y timbales, como la que escuchamos en la Música para los reales fuegos artificiales de Georg Friedrich Händel .

Cuerdas	Vientos	Bajo continuo	Orquesta "festiva"
Violines, violas, bajos	Instrumentos solistas adicionales: flautas, oboes, fagots, trompetas, o cornos	Un instrumento armónico como: clave, órgano, tiorbo o laúd y un instrumento melódico como el bajo, chelo o fagot.	Trompetas, cornos, flautas, oboes, fagotes y timbales

A medida que en las cortes se establecieron las orquestas profesionales, su tamaño y posibilidades tímbricas crecieron. Una orquesta como la de Viena a comienzos del siglo 18 contaba con treinta y dos instrumentos de cuerdas, un tiorbo, un laúd, un clave, una flauta, seis oboes, tres fagots, tres trombones, dos cornos y una trompeta.

A partir de estas orquestas se estableció la orquesta clásica, que serviría de base para todas las orquestas sinfónicas del estilo clásico y  los periodos siguientes. Al igual que la orquesta barroca, la orquesta clásica está organizada alrededor de la sección de cuerdas, que cuenta con violines divididos en dos grupos, violines I y II, violas, chelos y contrabajos.

Con la orquesta clásica se estandarizaron los roles de las secciones de vientos de madera: las flautas, oboes y clarinetes complementaban el registro alto y los fagotes complementaban el registro bajo añadiendo nuevos timbres. Los instrumentos de cobre, como los cornos y trompetas, refuerzan el registro medio y sirven para enfatizar los momentos fuertes y las cadencias. Los únicos instrumentos de percusión que se empleaban eran los timbales, que solían tocar siempre junto con los cornos.

Cuerdas	Maderas	Cobres	Percusión
Violines I y II Violas Cellos Contrabajos	2 Flautas 2 Oboes 2 Clarinetes* 2 Fagotes * Opcional	2 Cornos 2 Trompetas* * Opcional	Timbales

La primera orquesta de la Nueva Granada, conformada para una celebración en 1791 y que ejecutó obras de Michael Haydn y Christian Cannabich, contaba con violines, flautas, clarinetes y fagot. 

En el periodo clásico, la orquesta dejó de ser solamente un conjunto de instrumentos y pasó a ser una comunidad ideal, llena de recursos expresivos diversos y sutiles. El desarrollo más importante de la orquesta clásica fue la flexibilidad en el timbre y también en términos de ritmo y dinámicas : cada vez la orquesta era más ágil, versátil, y organizada, y por eso se convirtió en el medio favorito de los compositores del periodo clásico.