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Elementos de la música / ¿Qué y cómo escuchar?

Una nota sobre el género y la raza

Como veremos en este curso, la música clásica tiene su origen en la cultura aristocrática de las sociedades europeas del siglo 18 y todavía refleja muchos de los valores y prejuicios de su época. Aunque la música clásica se ha democratizado y hoy está más al alcance de todas y todos, la historia de la música se ha centrado alrededor de figuras masculinas europeas: “los grandes compositores”.

Esto no quiere decir que sólo los hombres europeos hicieron grandes contribuciones a la música. Las mujeres, los indígenas y los pueblos afro han participado en la vida musical de todos los países aunque sus contribuciones no hayan sido reconocidas por la historia.

Durante los siglos 17 y 18, las mujeres, los indígenas, y los afro, entre otros, tenían un rol social muy limitado, tanto en Europa como en América, y esta limitación tuvo grandes consecuencias en la historia de la música. En la mayoría de los casos, las mujeres no podían actuar en el teatro ni formar parte de las orquestas de la corte.

Sin embargo, las mujeres tenían un papel de gran importancia en la producción del vestuario, la maquinaria y los accesorios que le daban vida a la opera y al teatro, sin hablar de la manutención de todos los espacios. Las mujeres que vivían en los conventos, por otro lado, cantaban en coros a veces muy reconocidos que hacían parte de las celebraciones religiosas.

En la Nueva Granada, los indígenas participaban de los eventos sociales y religiosos públicos, mientras continuaban con sus prácticas musicales en secreto. Muchos géneros de la música de las comunidades afro son femeninos, como en el caso de las cantaoras y estas prácticas han influenciado la música de hoy.

En algunos casos, las mujeres con posiciones sociales reconocidas actuaban como patrocinadoras y productoras de eventos musicales y más adelante participaban como profesoras, pianistas y compositoras, aunque sus esfuerzos a veces no eran reconocidos a la par que los esfuerzos de los hombres. Para compensar este olvido, en este curso encontraremos secciones dedicadas a resaltar las muchas formas en las que las mujeres, los indígenas y los afro hicieron posible la historia que estamos contando aquí.

Hoy, sin embargo, quedan algunos prejuicios con respecto a los roles que las mujeres puedan tener en la música. Pero el hecho de que haya pocas mujeres entre los “grandes compositores” no quiere decir que no haya mujeres que son grandes compositoras, que haya instrumentos que son más o menos apropiados para los hombres y las mujeres, o que ser cantante o bailarina tenga menos importancia en la historia de la música que ser compositora o compositor.

Igualmente, aunque la gran mayoría de música que examinaremos fue compuesta en Europa, esto no significa que la música latinoamericana y las músicas populares de afros e indígenas no tengan el mismo valor. Este curso ofrece una invitación para examinar las razones de estos prejuicios y dejarlos atrás.

Aquí nos enfocaremos en los espacios en los que la gente de todo tipo se reunía para hacer y escuchar música, recordando siempre que estos espacios tenían diferentes limitaciones de acceso para diferentes tipos de personas. En algunos casos, será inevitable enfatizar aquellas figuras masculinas que opacan a los demás y tendremos que referirnos a “los compositores”, “los músicos” y “la audiencia”, pero siempre debemos recordar que tras estos “grandes nombres” se esconde toda una población diversa que hizo posible que hoy los recordemos.

Así, cuando hablamos de “los compositores” y “los instrumentistas”, debemos hacer un esfuerzo por leer siempre “los y las compositoras”, “los y las instrumentistas”, “los y las cantantes”. En algunas ocasiones, escribiremos directamente “las compositoras” para imaginar un futuro en el que la música sea, realmente, algo que nos pertenece a todas y todos.

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