Introducción
Historia de la orquesta / Unidad 1: El Barroco y el Clasicismo / Géneros y formas
Fuga, imitación y estilo fugado
La fuga fue el género de música instrumental más complejo y elaborado del periodo barroco, una expresión del espíritu racionalista de la época que buscaba formas de organizar todo el universo por medio de la ciencia y las matemáticas. Las fugas barrocas suelen estar escritas para tres o cuatro partes o “voces” que se distinguen con los nombres de las voces del coro—bajo, tenor, alto, soprano—aunque sean ejecutadas por instrumentos.
El compositor de fugas más importante del barroco fue , quien compuso varios libros de fugas para teclado y fugas vocales en sus misas y cantatas.
La fuga es una forma de sistematizar una técnica empleada en la música del Renacimiento llamada , en donde la pieza se construye a partir de diferentes voces que cantan la misma melodía, con pequeñas variaciones y a diferentes alturas, empezando uno o dos compases después de la otra, de manera que cada voz repite o “imita” la melodía de la anterior.
Mientras en la polifonía imitativa del Renacimiento el compositor puede usar tantas melodías diferentes como desee, en la fuga hay sólo una melodía principal, llamada , que aparece una y otra vez en las diferentes voces.
El nombre de fuga es muy apropiado para describir la sensación al escucharla, pues se siente como si el “sujeto” pasara o se fugara de una voz a otra; el sujeto siempre es el mismo, pero cada vez tiene alguna pequeña alteración o variación melódica o rítmica que mantiene el interés de la pieza.
La fuga comienza con una , en donde el sujeto solamente pasa de una voz a otra en orden; luego siguen pasajes de libre llamados , que sirven de contraste a las entradas del sujeto.
Mientras que las fugas propiamente dichas son muy organizadas con respecto al orden y las técnicas empleadas, también existe un estilo más libre llamado , que los compositores pueden emplear en determinadas secciones de las composiciones sin que estas sean fugas necesariamente.
Debido a la dificultad técnica de esta forma, la fuga continuó empleándose como parte del estilo académico después del barroco, incluso hasta hoy. La compositora colombiana Amparo Ángel escribió un Preludio y fuga para orquesta en donde combina las técnicas del barroco con el lenguaje de la música romántica y contemporánea.