Uno de los géneros más representativos del barroco es la suite de danzas o suite barroca. La danza y el ballet fueron elementos centrales en la corte del rey Luis XIV, quien era reconocido como un gran bailarín. Los bailes hacían parte de los eventos sociales de la corte. Igualmente, las óperas y los espectáculos musicales incluían entradas de ballet muy majestuosas. Durante el barroco se desarrollaron varios tipos de danzas, cada uno con un nombre, una métrica, y un patrón diferentes. 

La más famosa de estas danzas, el minué , es una danza simple en métrica ternaria con tempo moderado. La zarabanda es más lenta y más elaborada; es en métrica ternaria con un acento fuerte en el segundo tiempo del compás.

Con el tiempo, las danzas dejaron de servir sólo como acompañamiento para el baile y se convirtieron en composiciones más estilizadas y complejas que podían ser interpretadas por solistas, ensambles de cámara, y orquestas.

En este caso, todas las danzas adoptaron la misma organización formal basada en la forma binaria: es decir, dos secciones diferentes aunque con material parecido para lograr unidad y variedad. Cada sección termina con una cadencia, una pausa, y luego una repetición de toda la sección. Según esto, la forma de las danzas se puede diagramar así: a a b b, o |: a :||: b :|. 

Las danzas se organizan en colecciones de danzas variadas llamadas suites. No existían reglas generales sobre el número o el tipo de danzas que debían incluirse, pero todas solían terminar con una danza rápida como la giga . Un esquema típico, especialmente para las partitas o suites de danzas para teclado podría incluir una alemanda , una courante , zarabanda , y una giga.