La tonalidad  es quizás el concepto más importante en la música, pero también el más difícil de explicar. Ya sabemos que en las escalas hay un tono que parece repetirse: la octava. Esta nota es la más importante en cada escala y en cada melodía y por eso se llama la tónica  o fundamental.

La fundamental es el punto de reposo de las melodías, y todas las demás notas suenan más cercanas o lejanas o digamos más consonantes o disonantes con relación a la fundamental. La tonalidad es la sensación de que algunas notas de la escala se dirigen hacia la fundamental. 

La música en la que tenemos esta sensación se llama música tonal. La gran mayoría de música popular y música para orquesta desde el siglo 17 es tonal. La atonalidad , que se exploró durante el siglo 20, es un sistema de composición en donde ninguna nota tiene preeminencia sobre las demás y en la que se exploran diferentes técnicas de composición que no dependen del fenómeno de tensión y relajación de la música tonal.

En la música tonal se emplean principalmente dos modos o formas de organizar las notas de la escala: el modo mayor y el modo menor. La diferencia entre los dos es fácil de ver en el pentagrama: las dos tienen la misma tónica , do, pero en comparación con la escala de do mayor, la escala de do menor tiene tres notas diferentes, identificadas con bemoles , es decir, de menor altura.

Si las examinamos con cuidado, veremos que las dos escalas tienen el mismo número de notas separados por intervalos de un tono (T) y un semitono (ST) dispuestos de maneras distintas.

Pero aunque la diferencia entre las dos escalas es fácil de apreciar en el pentagrama, para algunas personas no es tan fácil escucharla. Es común asociar el modo mayor con música alegre o triunfal, y el modo menor con música triste o melancólica—de hecho, muchos compositores siguen esta convención, pero también es fácil encontrar excepciones y grados, igual que ocurre con las emociones con las que las asociamos.

Para aprender a distinguir mejor el modo mayor del modo menor, dirígete a los ejercicios de escucha. 

La palabra tonalidad  también se usa para referirse a la escala de la cual se toman los tonos para una melodía o composición. Así, hablamos de una pieza para flauta en la tonalidad de “do mayor”, o un concierto para piano en “re menor.” Esto no quiere decir que en estas composiciones sólo se empleen notas de do mayor o de re menor, sino que estas escalas sirven de centro alrededor de las cuales se organizan los demás sonidos. 

En una composición en la tonalidad de do mayor, do es la nota más importante, seguida de las notas que pertenecen a la escala de do (do, re, mi, fa, sol, la, si) y por último todas las escalas y notas que se pueden construir a partir de la escala cromática . 

Uno de los fenómenos más importantes en la música tonal es la sensación que resulta cuando en una composición se pasa de una tonalidad a otra tonalidad diferente. Este cambio, llamado modulación , hace que la música se sienta diferente y los compositores han usado esta sensación para producir efectos expresivos pero también formales, pues la forma de las composiciones se basa en contrastar tonalidades diferentes, como en la forma binaria, o alejarse de una tonalidad por medio de modulaciones y luego regresar a la tonalidad original, como en la forma sonata.