El sonido consiste en vibraciones que se producen cuando un objeto es golpeado, frotado o agitado de alguna manera. Dichas vibraciones viajan a través del aire y alcanzan nuestros oídos. Las cualidades del sonido dependen de la regularidad, velocidad, intensidad y complejidad de las vibraciones.

Cuando estas vibraciones son suficientemente uniformes o regulares, podemos percibir el sonido como una unidad discreta, un tono , mientras que si son irregulares decimos que el sonido es un ruido . En la música se utilizan tanto tonos como ruidos, pero los dos se emplean de maneras diferentes. Gracias a la regularidad de los tonos, podemos compararlos y notar que algunos son más altos y otros más bajos. Esta diferencia, llamada altura , depende de la velocidad o frecuencia  de las vibraciones. Los tonos y los ruidos son innumerables, pero mientras que los ruidos son difíciles de clasificar, los tonos que se usan en la música son muy pocos, aunque pueden ser combinados de forma casi infinita en escalas y acordes.

Las diferencias en intensidad de las vibraciones del sonido producen diferencias en el volumen o amplitud  de los sonidos. En la música, estas diferencias se conocen con el término de dinámicas . Así como ocurre con el tempo, las dinámicas son medidas aproximadas que van de suave (piano ) a fuerte (forte ) y se indican con palabras casi siempre en italiano: pianissimo, piano, mezzo piano, mezzo forte, fortissimo; o, para abreviar, pp, p, mp, mf, f, ff. Los cambios de dinámica pueden ser inmediatos (subito) o pueden pasar de una dinámica a otra gradualmente: como un crescendo  en el que aumenta la dinámica, o un diminuendo  o decrescendo en la que disminuye.

Finalmente, la complejidad de las vibraciones en un sonido nos puede indicar qué instrumento es el que produce dicho sonido, de qué material está hecho y si su sonido se produce por pulsación, frotación, etc. Las diferencias en cualidad de un sonido son diferencias de timbre  o color. Con el timbre ocurre algo particular: el timbre es la característica del sonido que más fácil podemos reconocer y a pesar de eso no existen los términos especiales que hay para la altura o la dinámica. Para describir el timbre de un sonido podemos usar cualquier tipo de referencias, asociaciones, o indicaciones que deseemos. Así, podemos referirnos al instrumento que produce el sonido (el piano, el violín) o podemos decir si el sonido es brillante, opaco, áspero, lleno, etc.

Puesto que las variaciones en dinámica y timbre no suelen escribirse con tanta precisión como las alturas, se suele considerar que son aspectos que dependen más del intérprete y se suelen utilizar para dar variedad y expresividad a las melodías y así cambiar su carácter.